En esta entrada del blog voy a continuar hablando sobre la
película “El último bailarín de Mao” (título original: “Mao’s last dancer”) de la que ya hice un resumen en la entrada
anterior. Sin embargo, hoy me gustaría ir más allá del resumen y dar mi propia
opinión sobre la película. Tened cuidado los que queréis ver la película,
porque aquí hay spoiler.
Ya tenemos algunos conocimientos sobre historia china, pero
no podemos saber ciertamente lo que ocurrió en el periodo maoísta si no
hablamos con los que vivieron esta época. Por ello, puede que mi versión no sea
muy acertada. Con el conocimiento previo del que dispongo sobre Mao, creo que la
película refleja con cierto realismo cómo vivían los campesinos en aquella
época. La aldea de Cunxin es muy pobre y, cuando se le comunica a la familia de
este que ha sido seleccionado para ir a Pekín, toda ella se alegra y su madre
le dice que vaya y que no se arrepienta, porque así tendrá una vida mejor que
la que ella ha tenido.
Conforme iba avanzando la película, creía que esta era una
crítica al periodo maoísta. De hecho, hay una escena en la embajada china en
Estados Unidos donde intentan “secuestrar” a Cunxin y lo intentan convencer para
que vuelva a China, lo que es un signo de lo cerrada al mundo exterior que
estaba China en aquellos tiempos. También lo amenazan diciéndole que su familia
puede verse afectada. Sin embargo, cuando Cunxin decide que no quiere volver,
el gobierno chino lo acepta y no le permite volver a entrar en China. Hasta este punto, me
pareció que estaba claro el posicionamiento ideológico. Sin embargo, la
película está basada en una autobiografía real, es decir, Li Cunxin existió de
verdad. Por ello, la historia se sale de lo que cabría esperar: un final
trágico, teniendo en cuenta que se trata de una crítica a Mao. Al contrario, el
final de la película es feliz. A Cunxin no solo se le permite volver a China,
sino que además el gobierno chino acompaña a sus padres a Estados Unidos para que
puedan ver a su hijo actuar como bailarín. De esta manera, el final de la
película me dejó un poco desconcertado.
Esto me ha dado una visión sobre lo que es China hoy en día.
No sé realmente si con esta película se quería reflejar la historia de este
bailarín, o además se quería halagar esa apertura por parte de China. En
próximas entradas escribiré sobre mi experiencia en Pekín, donde estuve durante
solo 15 días, pero lo que me permitió ver con otros ojos cómo se ha materializado esta apertura
económica y social en China.
Publicado por; Tobías Flores
Publicado por; Tobías Flores
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